Dicen que cuando tomás de la taza que estaba bebiendo otra persona, te bebés sus secretos. Cuando era chica yo decía que no quería merendar, mi abuela se hacía su café con leche con tres galletas marinelas de salvado, yo me sentaba a lado suyo y hundía las galletas y me tomaba su café
Para las culturas del medio oriente el café es una tradición que simboliza hospitalidad y amistad, se hace café para dar la bienvenida en tu casa y se hace café para que la persona no se vaya, es como en Argentina sucede con el mate, pones una pava cuando viene alguien que querés y haces otra vuelta para que ese alguien no se vaya.
Siempre me gustó estar en la cocina, me parecía arte de magia que la combinación de ciertas sustancias pudiera finalizar con sabores superadores al punto de partida.
Me levantaba a juntar la mesa y siempre estaba disponible para servirla, así en el folklore de la cocina armenia de mi familia aprendí a hacer café. Servir correctamente una mesa de café es símbolo de haber recibido buena educación lo que se dice una Jai Agchik (mujer armenia)
Cuando terminé el secundario estudié psicología en la UBA hice la mitad de la carrera, pero por motivos personales, no logré finalizar, sin embargo, me incliné por la actividad artística y luego de dos años de preparación ingresé en la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, en esa carrera desperté profundos saberes que descansaban en mi alma como la percepción, la intuición y el reconocimiento de la tradición de la lectura de borra de café como un tesoro.
Me dediqué a darle valor simbólico a esta tradición, a lo que siempre estuvo ahí, oculto detrás de los sabores de la gastronomía de medio oriente, un saber ancestral que protegido por las mejores guardianas, hoy tengo el gran honor de ser facilitadora de este servicio en la cafetería Querida Rosa Café (en honor a mi abuela Sirvart) y también de compartir este legado a través de cursos y talleres.
Mi objetivo es poder seguir trabajando con responsabilidad y respeto para que esta herramienta alcance tocar el alma de más personas, que sea herramienta de trabajo para que otras mujeres logren su independencia y que la borra de café sea vista de maneras artísticas, innovadoras y rupturistas.
con amor, Nataly.